Historia del fútbol sala
La historia del fútbol sala, desde sus comienzos en América del Sur, hace ya más de 50 años, se ha desarrollado siempre con graves dificultades y polémicas, especialmente motivadas por el control del mismo.
Desde sus orígenes, se entabla la polémica de qué país es el creador del fútbol sala. Para los uruguayos, el creador de este deporte fue el Dr. D. Juan Carlos Ceriani Gravier, profesor de la Asociación de Jóvenes Católicos (A.J.C.), de Montevideo. En esta asociación, un grupo de jóvenes alumnos, que nunca habían jugado a otros deportes, comenzó a practicar durante los recreos un juego al que llamaron "indoor-foot-ball", en la cancha de baloncesto.
Siendo cada vez mayor el interés por este nuevo juego, el profesor Ceriani, preparó unas reglas en el año 1.933, tomando como base cuatro deportes: baloncesto, balonmano, fútbol y water-polo. Del baloncesto, además de la cancha, adoptó la falta personal, el cambio de jugadores y el tiempo total de juego; del balonmano el no poder marcar gol desde cualquier distancia; del fútbol su condición; y del water-polo casi todas las reglas sobre el portero.
Para los brasileños, no existen pruebas documentales de las reglas del profesor Ceriani, y opinan, que decir que aquello era fútbol sala, es una exageración, y que esta práctica se hacía sin el control de ningún organismo.
El profesor de la Asociación de Jóvenes Católicos (A.J.C.), de São Paulo, Habib Maphuz, estuvo en Montevideo al final de la década de los 40 y lo que vio fue una práctica sin ninguna organización ni reglas de juego, que lo mismo se jugaba con cinco, seis o siete jugadores en cada equipo.
Fue en 1.952, en São Paulo, cuando se comenzó a denominar fútbol sala. Habib Maphuz organizó la primera liga de fútbol sala de la A.J.C. de São Paulo, e implantó la idea de crear la Federación Paulista de Fútbol Sala, hecho que ocurrió en junio de 1.955. Un año antes se había fundado la Federación Metropolitana de Fútbol Sala, actual Federación de Fútbol Sala del Estado de Río de Janeiro, la más antigua de Brasil.
La A.C.M. de São Paulo, también colaboró en la elaboración de las primeras reglas de fútbol sala de las que sí existe total evidencia. Éstas fueron publicadas en el año 1.956 por Luis Gonzaga de Oliveira, de la Federación Paulista de Fútbol Sala, y adoptadas posteriormente por FIFUSA, con algunas modificaciones. Estas evidencias dejan claro que el fútbol sala es un deporte desarrollado en Brasil y que gracias a ellos se conoció en todo el mundo.
Otro hecho que avala la paternidad brasileña de fútbol sala, es que la Federación Uruguaya de Fútbol Sala, fue fundada en septiembre de 1.965, once años después.
Para hacerse una idea de la importancia que, tanto para Uruguay, como para Brasil, tenía este tema, baste decir que en 1.967 y con el fin de aclarar el mismo, Luis Gonzaga, con el apoyo de Joao Havelange, entonces presidente de la Confederación Brasileña de Deportes, organismo que tutelaba el fútbol sala, organizó en Río de Janeiro el I Congreso de Federaciones de Fútbol Sala. Asistieron al Congreso catedráticos de educación física ligados a la A.J.C., tanto de Brasil como de Uruguay. Parece que la primera de las conclusiones a que llegaron, fue, que el fútbol sala es un deporte genuinamente brasileño.
La fecha exacta de la fundación de la Confederación Sudamericana de Fútbol Sala no está documentada de forma cierta. Pero el 14 de septiembre de 1.969 se reunieron en Asunción representantes de Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina. Esa reunión sirvió para acordar la creación de la Confederación, que tendría su sede en Asunción. Para ello aportaron el dinero destinado a cubrir los primeros gastos.
Federación internacional de fútbol sala
En julio de 1.971, y según una iniciativa de la Confederación Sudamericana de Fútbol Sala y la Confederación Brasileña de Deportes, se constituyó en São Paulo (Brasil) la Federación Internacional de Fútbol Sala (FIFUSA). En su creación participaron Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay, Perú, Portugal y Uruguay. El primer presidente del Consejo Ejecutivo de FIFUSA fue João Havelange y el secretario general, Luis Gonzaga, ambos brasileños. Entre los primeros dirigentes, había miembros del resto de países fundadores, excepto de Portugal. Así quedaba constituida la entidad más importante del fútbol sala mundial.
Desde su creación hasta 1.974 la FIFUSA fue dirigida más por el secretario general, Luis Gonzaga, que por el presidente, João Havelange. Éste no disponía de tiempo para dedicarse a la FIFUSA, pues además de su trabajo en el Consejo Brasileño de Deportes (C.B.D.), se dedicaba especialmente a promocionarse para su elección a la presidencia de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA). El año 1.973, dejó la C.B.D. y en junio de 1.974 fue elegido presidente de la FIFA. En esa época la FIFA no tenía ningún interés en que otro deporte viniese a competir con el fútbol.
Un año después fue elegido el brasileño Wladir Noguerira Cardoso, nuevo presidente de la FIFUSA. Bajo su presidencia continuó la misma paralización, no se promovió ninguna competición internacional importante, ni se promocionó el fútbol sala.
En una reunión celebrada en Río de Janeiro, a la que asistieron los representantes sudamericanos más destacados, se informó de que la FIFUSA durante los últimos cinco años había estado casi inactiva, y se llegó a la conclusión de la necesidad de elegir un nuevo presidente para la FIFUSA.
En julio de 1.980, fue elegido presidente de FIFUSA el brasileño Januário D'Alesio Neto, descendiente de italianos y franceses, empresario de una compañía de seguros y dirigente del Club Palmeiras.
Cuando Januário D'Alesio tomó posesión de su cargo de presidente de la FIFUSA comprobó que no había ni un centavo. Lo único que le entregó el presidente anterior fue una caja de zapatos con un sello, un paquete de papel timbrado y una docena de sobres.
Con su llegada y su nueva Junta Directiva, el fútbol sala alcanzó, gracias a su trabajo, la importancia actual y entró definitivamente en el círculo mundial. El lema de trabajo de Januário, era: "nada resiste la fuerza de la razón y la fuerza del trabajo".
En España
El fútbol sala en España se introdujo sobre el año 1.972. Son muchos los que coinciden en afirmar que fue en el Club YMCA de Madrid, el primer sitio donde se practicó este deporte, cosa que, por otra parte, no tiene nada de extraño, pues el citado club estaba constituido por una asociación de jóvenes católicos, homónima de las de Paraguay y Brasil (A.J.C.) en las que se inició el fútbol sala. En 1.977, se jugó por primera vez, con carácter semi-oficial, el Campeonato de Castilla de Clubes de fútbol sala.
El Consejo Superior de Deportes (C.S.D.), decidió que dependiera del Comité Nacional de Fútbol Aficionado, de la Real Federación Española de Fútbol. (R.F.E.F.). Un año después, la R.F.E.F. dio instrucciones a sus Federaciones Territoriales para que organizasen torneos oficiales de fútbol sala, pero éstas no demostraron gran interés, a pesar de lo cual se fueron incorporando paulatinamente a la competición.
En aquellos inicios, fundamentalmente en Madrid, se jugaba por diversión. El fútbol sala tiene mucho que agradecer a dos conocidos periodistas: José María García y Juan Manuel Gozalo, a los que les gustaba practicar este deporte.
Ellos crearon afición y arrastraron a muchos otros a su práctica. Fundaron cada uno un Club, Interviú/Hora 25 y Unión Sport, respectivamente.
Con sus equipos jugaban encuentros amistosos, torneos de exhibición en las fiestas de los pueblos,... Y cada vez que se inauguraba un pabellón polideportivo eran invitados para el encuentro de la inauguración, pues ya tenían jugadores brasileños y algunos grandes futbolistas retirados como Amancio, José Luis Peinado, Adelardo, Ufarte, Potele,... Estos jugadores se dieron cuenta de que el fútbol sala era una disciplina claramente diferenciada del fútbol "11".
El nuevo deporte tiene entidad propia con rasgos y caracteres propios y requiere una preparación física muy peculiar, con exigencias de potencia y elasticidad muscular muy importantes. Además demanda una gran movilidad, un continuo cambio de ritmo y posición sobre la cancha, sin tiempo para recuperarse. Por todas estas características los futbolistas retirados abandonaron la práctica del fútbol sala y dieron paso a jóvenes promesas. Se crearon también equipos en Galicia y Cataluña, pero cada uno jugaba en su región.
Años 80
Al principio de los años 80 se dieron las primeras competiciones nacionales a pesar de las dificultades y polémicas motivadas por el control del nuevo deporte. Hablando de este control España no fue una excepción. En 1.982 y ante la actitud obstaculizadora de la R.F.E.F. hacia los practicantes del fútbol sala, se notó que había opiniones divididas. Por un lado los que creían que una "criatura" tan pequeña, tan desprotegida y con tan corta historia no debía de abandonar la R.F.E.F. y por otro lado los que opinaban lo contrario.
Un grupo liderado por Antonio Alberca y Teodosio Carbonell y los equipos que arrastró Interviú/Hora 25 se separaron de la R.F.E.F. y crearon la Federación Española de Fútbol Sala (F.E.F.S.). El grupo, con la ayuda del abogado gallego Germán Rodríguez y 53 clubes, presentó en el Registro General del Consejo Superior de Deportes el 22 de abril de 1.982 la solicitud de creación de la nueva Federación (F.E.F.S.).
Llegaron años muy duros para el fútbol sala, pues se puede asegurar que no ha habido en España un procedimiento administrativo, jurídico y social por un legítimo derecho deportivo tan largo como el entablado entre la Real Federación Española de Fútbol y la Federación Española de Fútbol Sala. Todavía hoy continúa la batalla legal.
En 1.985, la F.E.F.S. en colaboración con la F.I.F.U.S.A. organizó en España el II Campeonato Mundial de Fútbol Sala, con la participación de 12 países. Los encuentros se disputaron en 15 ciudades españolas.
Las discrepancias entre la F.I.F.A. y la F.I.F.U.S.A. ya eran claras. Y a esto se unió que a falta de 15 días del comienzo del Campeonato, Januário d'Alesio recibió una llamada del presidente del C.S.D. de España, en la que le comunicaba que había retirado el apoyo al Campeonato. España tenía un enorme interés en organizar las Olimpiadas en Barcelona, pero la FIFA había presionado para que no se celebrase el Campeonato del Mundo en España. En este sentido se temía que esto perjudicara de alguna forma a la organización de las Olimpiadas.
Incluso sin contar con el apoyo del C.S.D., el II Campeonato del Mundo de Fútbol Sala se celebró en España con un gran éxito de espectadores. La final que disputaron las Selecciones de Brasil y España en el Palacio de los Deportes de Madrid, batió el récord de espectadores hasta esa fecha e incluso fue retransmitida por TVE.
El 4 de febrero de 1.986, el C.S.D. inscribe a la Federación Española de Fútbol Sala en el Registro Nacional de Asociaciones y Federaciones Deportivas, con el número 54. Casi cuatro años después de su solicitud de inscripción. El 4 de diciembre de ese mismo año, el Comité Olímpico Español (C.O.E.) reconoce y admite a la F.E.F.S. como miembro de pleno derecho del C.O.E.
A pesar de todos estos reconocimientos legales, la R.F.E.F. durante estos años siguió obstaculizando el desarrollo del fútbol sala, hasta conseguir su desinscripción del Registro Nacional de Asociaciones y Federaciones Deportivas del C.S.D. Lo que dejó a la F.E.F.S. sin derecho a las subvenciones económicas anuales y la ahogaron económicamente.
Estos acontecimientos y el afán de protagonismo de los dirigentes de la F.E.F.S. crearon momentos de gran confusión y división hasta que los equipos de fútbol sala de la máxima categoría de la F.E.F.S. y de la R.F.E.F. crearon la Liga Nacional de Fútbol Sala (L.N.F.S.), reconocida por la Real Federación Española de Fútbol el año 1.990.
Con el fin de organizar este deporte a nivel nacional en el resto de categorías, se creó en 1.994 el Comité Nacional de Fútbol Sala (C.N.F.S.) que suponía la práctica unificación del fútbol sala español en todas las categorías. Sin embargo esto no fue así y siete años después todavía no se ha conseguido la unificación del fútbol sala aficionado.
El fútbol sala en España debería conseguir una unificación auténtica, y contar con su Federación totalmente independiente de la R.F.E.F. Esto cada día se ve más lejano, pues los intereses de la R.F.E.F. por el control del fútbol sala son cada vez más poderosos.
La táctica en el fútbol sala
- Táctica defensiva: Se hace todo lo posible por defender fuera del area evitando que el equipo contrario anote goles ó puntos a favor.
- Táctica ofensiva: Son las acciones en las cuales dos equipos se enfrentan con el propósito de anotar gol en la portería contraria.
- Transiciones: Son los pasos de ataque-defensa y/o defensa-ataque.A estos últimos también se les llama contragolpes o contra-ataques.En esta situación el equipo defensor sale al ataque y el equipo anteriormente atacante rapidamente se pone a la defensa para intentar no anotar un gol (o punto).
- 1-2-2: Un portero, dos jugadores en el fondo y dos en la parte delantera.
- 1-3-1: Un portero, 3 jugadores en el fondo y uno en la parte delantera.
- 1-0-4: Un portero, cuatro jugadores en el fondo; sistema netamente ofensivo creado por Antonio José Azevedo (Zego) jugador y entrenador brasileño de fama mundial.
- 1-1-2-1: Llamado «el rombo» por su forma un portero, un defensa y dos aleros o laterales; van colocados raya a raya y un delantero en el medio esa zona es defensiva.
Fuentes: http://es.wikipedia.org
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