Martina Navratilova
Personal
Su verdadero nombre es el de Martina Subertova, pero toma el apellido de su padrastro, Mirko Navratil, el cual se había casado con su madre tras el divorcio de sus padres. Mirko fue el que la enseñó a dar sus primeros golpes con la raqueta.
Dos hechos desgraciados marcarán su infancia: cuando tenía nueve años se suicidó su padre, aunque ya llevaba unos años divorciado. Por otro lado, los tanques soviéticos entraron en Praga cuando ella tenía once años. Es un dato importante por la insistencia con la que Martina ha comentado que aquella experiencia fue determinante en su posterior deseo de exiliarse.
Su completa educación deportiva es lo único que agradece al régimen comunista que imperaba en su país. Cuando era pequeña esquiaba en las montañas Krkonose, practicaba el hockey sobre hielo en su ciudad y, finalmente, el gobierno checoslovaco la reclutó para jugar al tenis tras numerosas pruebas e incluso una medida científica de sus huesos y músculos.
Carrera deportiva
Ganó su primer torneo con diecisiete años, en 1.973. Un año después solicitó asilo político en Estados Unidos, cuando tenía 18 años, tras perder las semifinales del Open USA ante Chris Evert. Siempre había creído que su destino era ser norteamericana. De joven leía libros infantiles, novelas del Oeste y sagas de indios y vaqueros. Le fascinaba los Estados Unidos de América mucho antes de que se le pasase por la imaginación de que el tenis podría llevarla hasta allí. Pero sus primeros años americanos fueron difíciles, pues su alejamiento del país de origen no equivalía todavía a una adaptación a la tierra de asilo. Aunque iba ganando torneos poco a poco, sus resultados en la pista comenzaron a tener el contrapunto de las oscilaciones de su vida extradeportiva. Antes de su época de éxito engordó diez kilos. Estaba considerada como una intimidadora del tenis femenino, excéntrica y de tamaño descomunal. Las venas de sus brazos están muy marcadas, algo que es un rasgo familiar, pero que la caracterizaba a menudo como una fornida versión femenina de Popeye el Marino.
Sin embargo, su íntima relación con sucesivas mujeres le va a devolver el equilibrio preciso y la confianza en sí misma. Así, cuando en los cinco años anteriores había conseguido el triunfo en catorce torneos, durante sólo 1.978, el primer año mágico de su carrera, obtendrá once, entre ellos su primer Wimbledon. Aunque Navratilova había crecido jugando en las superficies de arcilla roja en el club de tenis de su ciudad, es en la hierba del "All England Club" londinense donde nuestra protagonista mejor se moverá, desarrollando un tenis elegante de saque y bolea. Con el paso del tiempo se convertirá en la tenista que más veces ha triunfado allí, en nueve ocasiones.
Esta primera parte de su carrera va a estar caracterizada por su enfrentamiento continuo con la norteamericana Chris Evert. Entre las dos se repartirán los títulos importantes y se turnarán en el número uno del escalafón. Será declarada mejor tenista del año durante 1.978 y 1.979, para tras dos años de ser la segunda, volver al primer puesto en 1.982, no abandonándolo hasta 1.986. Había logrado la tan ansiada ciudadanía norteamericana el 21 de julio de 1.981, lo que la va a reforzar anímicamente mucho. Durante este periodo sus números son escalofriantes: 332 semanas como número uno del "ránking" de la WTA (Womens Tennis Association), 3 Open de Australia (1.981, 1983, 1.985), dos Roland Garros (1.982, 1.984), siete nuevos Wimbledon (1.979, 1.982, 1.983, 1.984, 1.985, 1.986, 1.987), cuatro Open USA (1.983, 1.984, 1.986, 1.987), todos ellos en la categoría individual, completándolos otros triunfos en dobles del Grand Slam y en dobles mixtos. En esta época también batió en "récord" de victorias consecutivas, dejándolo en 74, desde enero de 1.984 a diciembre del mismo año. En este espacio de tiempo ganó trece torneos de forma consecutiva. Además sus ganancias económicas van a ser ingentes. Así, por ejemplo, en 1.984 ganó un total de 2.173.556 dólares (unos 280 millones de pesetas) en premios, una cifra que aquella temporada sólo fue superada dentro del deporte por tres boxeadores profesionales.
La irrupción de jóvenes tenistas como Steffi Graf o Mónica Seles va a acompañar la última parte de su carrera. No obstante, aunque desde agosto de 1.987 no volvió a ser número uno, siguió aumentando el número de torneos individuales ganados, superando en 1.992 el récord que tenía Chris Evert en 157. Al final de su carrera dejó la marca en 168 títulos, dieciocho de ellos del Grand Slam, pues a los ya enunciados añadió un último Wimbledon en 1.990. En dobles también siguió triunfando, pues junto a Pam Shriver ganó un total de 79 torneos de esta modalidad, formando la mejor pareja durante ocho años consecutivos. Si a éstos añadimos los conseguidos con otras tenistas, la cifra se dispara, sumando un total de treinta y uno en Grand Slam y seis en dobles mixtos en estas mismas pruebas.
La estabilidad sentimental de Martina es clave para su carrera. Después de que reconociese públicamente a mitad de los ochenta su homosexualidad, el mundo se relajó y poco a poco el público empezó a verla como una señora del deporte. La nómina de sus relaciones amorosas es amplia: Sandra Haynie, campeona de golf, la novelista Rita Mae Brown, la doctora (antes doctor) Renée Richards y Judy Nelson, la cual había abandonado a su marido para vivir un intenso romance con Martina que duró siete años y que terminó en una demanda económica ante los tribunales. Posteriormente, Judy escribió un libro, "Love Match", en el que narró sus relaciones con la tenista.
A finales de 1.994, tras veintidós años en activo, se produce su retirada del tenis. Había superado los 1.600 partidos, con únicamente doscientas derrotas y más de 1.400 victorias. Se retiró con unas ganancias de cerca de veinte millones de dólares (unos 2.800 millones de pesetas), aunque debido a su homosexualidad y también -en algunos momentos- a su imagen de persona poco amable y conflictiva, ha dejado de ganar muchísimo dinero de publicidad. Su despedida se produjo con una gran fiesta en el Madison Square Garden de Nueva York. Una camiseta con su nombre fue colgada del techo, junto a la de jugadores míticos de baloncesto o hockey sobre hielo.
Sin embargo, el que parecía abandono definitivo de la alta competición no fue tal, ya que a partir del año 2.000 volvió en algunos torneos -entre ellos los del Grand Slam- aunque sólo en la modalidad de dobles. El mayor éxito de esta época es la victoria en mixtos en el Open de Australia de 2003, con 46 años cumplidos, siendo la primera tenista que logra vencer en individuales, dobles y mixtos en las cuatro pruebas del Grand Slam. Triunfo que repitió en Wimbledon el mismo año, elevando a 20 el número de títulos conseguidos en el prestigioso torneo londinense.
En 1.994 recibió el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, siendo la primera mujer que lo obtenía. El jurado destacó su leyenda deportiva y su trabajo humanitario de ayuda a los niños. Además, la National Sports Review y las agencias de noticias UPI y AP la designaron como la mejor deportista de todo el mundo en la década de los ochenta.
Cuando se retiró fue elegida presidenta de la Asociación de Tenistas Profesionales (WTA), cargo del que dimitió en agosto de 1.995.
Palmares:
- Wimbledon: 9 veces; 1978, 79, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 90
- Roland Garros: 2 veces; 1982, 84
- Open de Australia: 3 veces; 1981, 83, 85
- Open USA: 4 veces; 1983, 84, 86, 87
Fuentes: http://www.buscavidas.com
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