Miguel Indurain

Está considerado uno de los mejores ciclistas de la historia (junto a Eddy Merckx, Bernard Hinault, Lance Amstrong, Jacques Anquetil y Fausto Coppi) y el octavo mejor del Tour de Francia según un jurado compuesto por cinco especialistas franceses y seleccionado por la organización del propio Tour.

Biografía

Miguel Induráin Larraya nació el 16 de julio de 1.964 en la localidad navarra de Villava. Es el primogénito de cinco hermanos, que son fruto del matrimonio entre Miguel, agricultor, e Isabel. Con unas características físicas excepcionales -1,88 metros de altura, 80 kilos de peso en forma, 8 litros de capacidad pulmonar (duplicando la de un deportista medio), 28 pulsaciones en reposo y 195 en máximo esfuerzo y con una fuerza capaz de arrastrar 500 vatios- un entrenamiento adecuado, una gran inteligencia y una enorme capacidad de sufrimiento ha sido el mejor deportista español de todos los tiempos.

Aunque no destacó como estudiante -hizo Formación Profesional con la idea de ser mecánico-, sí lo hizo desde pequeño como deportista. Sus aficiones se repartían entre el fútbol, el atletismo (llegó a participar en TV en una competición representando a su colegio) y el ciclismo. Cuentan que su vocación a este último deporte nació cuando sus padres le compraron "una bici de carreras" porque le habían robado la otra. Así, con sólo once años se inscribió en el Club Ciclista Villavés con el que participaba los fines de semana en pequeñas carreras de aficionados infantiles por todas las localidades navarras, en las que con cierta regularidad se llevaba el triunfo.

En 1.980, cuando tenía dieciséis años, Eusebio Unzué -técnico del equipo Reynolds- asombrado por sus resultados, va a entrar en contacto con él. A pesar de que tenía un aspecto físico que distaba mucho del concepto de ciclista que entonces se tenía en España (era muy alto, muy pesado y con una gran masa muscular que le condicionaban la clasificación en las pruebas por etapas), sus éxitos se seguían sucediendo. Con dieciocho años recién cumplidos, Induráin accede a la categoría de aficionados en el Reynolds, el equipo de Unzué. Aunque al principio los resultados fueron malos, pues notaba el cambio de categoría, con la llegada del verano -siempre se le ha dado mejor correr con calor- llegó su primer gran éxito, al imponerse en el Campeonato de España, convirtiéndose en el campeón más joven de la historia. En sus directores técnicos, Echávarri y Unzué, anidaba ya la idea de que tenían en sus manos un diamante en bruto que había que pulir. Tras ponerse en contacto con un equipo de médicos especialistas en Italia llegaron a la conclusión que lo primero que había que hacer es reducir la dieta alimenticia y unos entrenamientos hechos a medida en los que no entraba el intentar ganar carreras.

Así, con el paso del tiempo mantuvo su impresionante fuerza pero aligeró el peso, lo que le permitió ser también uno de los mejores en la montaña, sin llegar a ser nunca un gran escalador.

Tras participar, sin demasiado éxito, el los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1.984, Miguel pasará al campo profesional en 1.985. En su primer año logrará convertirse en el ciclista más joven en vestir el "maillot" de líder en la Vuelta Ciclista a España, algo que hizo durante cuatro etapas (curiosamente, luego será una de las pocas pruebas en las que no ha obtenido el triunfo). Pero su primer gran triunfo, y su irrupción en el concierto internacional se producirá al año siguiente, cuando se impone en el Tour del Porvenir, llamado aquel año de la C.E.E., tras vencer en dos etapas, cimentando el triunfo en la contra-reloj, especialidad que hará suya con el paso del tiempo. Esta prueba fue su confirmación definitiva, pues aguantó con los mejores la subida de veinticinco kilómetros al Izoard, asegurándose ese día el triunfo en la clasificación general.

Su calendario seguía el lento ritmo marcado. Su participación en el Tour fue progresiva, abandonando los dos primeros años y terminando por primera vez en 1.987, en el puesto 97 a 2h.53' del primero. Aun así, los triunfos iban cayendo en sus alforjas como fruta madura: Vuelta a los Valles Mineros (87), Volta a Cataluña (88), París -Niza y Criterium Internacional (89), París-Niza, Vuelta a Valencia, Clásica de San Sebastián (90) y ... sus primeras etapas en el Tour en 1.989 y 1.990. Este año fue ya décimo en la general, siendo el lugarteniente de Perico Delgado, aunque todos los especialistas piensan que podía haber terminado mucho mejor si hubiese sido el líder del equipo, sobre todo tras ver cómo ganó la etapa de Luz Ardiden, en los Pirineos, imponiéndose a Greg Lemond, el triunfador final.

Sin embargo, éste va a ser el pistoletazo que señale el comienzo de la "era Induráin". Los siguientes años se van a convertir en una auténtica dictadura del gran corredor navarro. Si bien es verdad que su estilo es diferente al de otros grandes campeones como Merckx o Hinault, pues no va a disputar todas las clasificaciones y todos los premios, su participación en las pruebas por etapas va a convertir a las mismas en una gran lucha ... por el segundo puesto.

Especialmente destacada será su participación en el Tour ganado consecutivamente en cinco ocasiones, lo que le da un privilegio que no lograron ni Eddy Merckx ni Bernard Hinault ni Jacques Anquetil, que también fueron pentacampeones, pero ninguno cinco años seguidos. 1.991 fue el primero. Aunque no contaba como favorito, su escapada con Chiappucci en Val Louron le dio el triunfo, empezando a gestarse el mito. Algo que continuó al año siguiente, en el Tour que comenzó en San Sebastián. Nadie le hizo sombra, destacando la etapa contra-reloj de Luxemburgo, que ha pasado a la historia, pues sacó más de tres minutos a todos sus rivales. En 1.993 fue digno de destacar su enfrentamiento con Rominger, que le venció en la lucha contra el reloj final cuando Miguel le sacaba más de cinco minutos y estaba con 40 grados de fiebre. Los dos años siguientes fueron, quizás los más fáciles, pues sus contrincantes se habían dado cuenta de que no podían hacer nada contra él, siendo su superioridad en todos los terrenos casi insultante. 1.996, el que podía haber sido el año de su sexto Tour, estuvo marcado por "la pájara" que sufrió en la montaña de Les Arcs, posiblemente motivada por el infierno de lluvia y nieve en que se convirtió el Tour durante los primeros días. Pero tanto en la victoria como en la derrota, Induráin demostró que era un auténtico campeón y dio la cara en todo momento. Terminó el Tour en el puesto 11º.

Sin embargo, su carrera no se limita a la victoria en la ronda francesa. Ha sido oro olímpico en la prueba contra-reloj en Atlanta 96, el primer español en conseguir imponerse en el Giro de Italia (lo logró en 1.992 y 1.993), estuvo en posesión del "Récord" de la Hora (dejándolo en 53,040 kms. en 1.994), fue Campeón del Mundo contra-reloj en 1.995, medalla de plata en el Campeonato del Mundo de ruta en 1.993 y 1.995 -tras Olano- y medalla de bronce en 1.991, campeón de España en 1.992, triunfando también en carreras de nivel medio, como la Vuelta a Castilla y León (1.993), La Dauphiné Liberé (1.995 y 1.996), Tour de l'Oise (1.994), Midi Libre (1.995), Vuelta a Galicia (1.995), Vuelta a Asturias (1.996), Bicicleta Vasca (1.996), etc... así como puestos en el podio en multitud de pruebas, destacando su segundo puesto de la Vuelta a España de 1.991 o en tercero en el Giro del 94. Su palmarés sería interminable si añadiésemos la multitud de triunfos en etapas en todas las pruebas disputadas, aunque se pueden destacar las doce del Tour, que tienen más importancia si tenemos en cuenta que pocas veces disputaba las mismas a los ciclistas que llegaban destacados con él.

A finales de 1.996, cuando todavía estaba en una buena forma, queriendo dedicarse más a su familia, abandona el ciclismo en activo este grandísimo corredor, pero, a la vez, mejor persona. Durante sus 14 años como ciclista (dos siendo aficionado y doce como profesional), perteneció siempre al mismo equipo, con sus diferentes nombres: primero Reynolds, Reynolds-Banesto en 1.989 y desde entonces como Banesto. Tras su retirada le llueven las condecoraciones, entre las que destaca la medalla de oro de la Federación Española de Ciclismo y la medalla de oro de la ACP (Asociación de Ciclistas Profesionales). Antes había sido Premio Príncipe de Asturias de los deportes en 1.992 y está en posesión de la Gran Cruz al Mérito Deportivo y la Orden de Isabel la Católica. También le ha sido concedida la Orden Olímpica de honor por el COE en octubre de 1.997.

Fuentes: http://www.buscavidas.com/